La lavanda es una planta medicinal conocida principalmente por su capacidad para relajar y aliviar el estrés tanto físico como mental. Se reconoce fácilmente gracias a su color violeta y su rico aroma. La lavanda se ha utilizado desde la época romana como planta medicinal y aromatizante natural.
A continuación le contamos sobre los principales beneficios de la lavanda:
Actúa como relajante del sistema nervioso central, disminuyendo el estrés, la ansiedad, ataques de pánico y el insomnio.
Es un antiséptico natural, por lo que un par de gotas de lavanda ayudará a disminuir el sangrado en una herida y evitará alguna infección.
Ayuda la recuperación de lesiones y esguinces gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
Ayuda a eliminar la caspa en el cabello y le da un agradable aroma a su vez.
Gracias a sus propiedades antiespasmódicas ayuda a regular el sistema digestivo. Favorece la expulsión de gases y combate la hinchazón abdominal y el mal aliento.
Es muy efectiva calmando la irritación en la piel y tratando enfermedades como la psoriasis y la dermatitis atópica.
Alivia las migrañas y mejora la congestión nasal.
Consejos para la cosecha
Siembre sus semillas Vigrow Seeds® Lavanda siguiendo las instrucciones en el reverso del sobre. La lavanda se puede cultivar tanto en maceta como directo a la tierra. Es importante tomar en cuenta que los tallos deben recolectarse en la mañana en un clima seco y soleado, para asegurarnos el mejor aroma de las flores. Hay tres maneras de conservar la lavanda: fresca (se envuelven en papel absorbente húmedo y se colocan en la refrigeradora), secas (se dejan secar al aire libre en un lugar seco y cálido) o en sachets para aromatizar habitaciones (se hacen ramilletes y se ponen a secar boca abajo, luego se introducen en bolsas de tela fina).
¿Cómo consumir la lavanda?
La lavanda tiene dos maneras de utilizarse:
Infusión: se utiliza para aliviar síntomas emocionales como el estrés, la ansiedad y el insomnio. También ayuda a tratar la hipertensión. Se puede tomar entre comidas para mejorar la digestión. La infusión se realiza colocando un racimo de flores de lavanda en agua hirviendo, se dejan hervir un minuto y luego se retiran del fuego y se dejan reposar durante 10 minutos más. Se cuela, se le agrega miel de abeja y se ingiere caliente.
Aceite de lavanda: es el método de utilización más popular. Para elaborarlo en casa se deben tomar las flores de lavanda y dejarlas secar durante un día en un ambiente fresco. Una vez secas, se machacan de manera suave (para que sus propiedades no desaparezcan). Luego se caliente a fuego medio aceite de coco y se le agregan las flores ya machacadas. Se deja hacer efecto un par de horas y luego se cuela la preparación. Se guarda en un envase de vidrio color ámbar y se coloca en un lugar donde no le dé la luz.
Consulte su médico antes de consumir la lavanda como tratamiento ya que a pesar de ser natural puede tener contraindicaciones para algunas personas. Si tiene alguna duda sobre el cultivo de la lavanda no dude en contactarnos por cualquiera de los siguientes medios:
Tienda San José: +506 2221 2983
Tienda Cartago: +506 2552 0994
Correo: info@elsemillerocr.com
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